Cómo plantar marihuana de principio a fin

  • ¿Cuáles son los conceptos básicos para plantar marihuana de manera efectiva?
  • Te los condensamos en 15 pasos que cualquier principiante puede seguir para obtener el éxito en muy poco tiempo.

Para comenzar con un cultivo de marihuana, lo primero que necesitarás es un lugar donde hacer crecer tus plantas. Puede ser en interior, en una habitación o un armario de cultivo. O en exterior, como un jardín patio o balcón. Incluso en sistemas híbridos (por ejemplo, un invernadero). En esta ocasión, y para resumir de la mejor manera posible las posibles variables que intervienen en un cultivo, nos centraremos en una plantación en macetas y en interior, es decir, sin luz natural.

Elementos necesarios para el cultivo de marihuana

1- Por tanto, lo primero que necesitarás es luz. Puedes elegir entre iluminación HID (descarga de alta intensidad), sistemas HPS (sodio de alta presión) o MH (haluro metálico) con balastros, bombillas y reflectores. Si el calor de estas lámparas es un problema, también hay sistemas LED (diodo emisor de luz) y CFL (fluorescente compacta). Asegúrate de usar un tipo de luz que cubra tus necesidades e invierte en un temporizador para controlar cuándo se enciende y apaga.

2- En caso de carecer de ventilación, también necesitarás un extractor de aire y un filtro de carbón activado para reducir el calor y eliminar los olores, pero también para mantener el aire en movimiento y evitar que se estanque. Dentro del armario o la sala nos valdremos de ventiladores portátiles para crear una suave brisa artificial. Es importante adaptar el tamaño del ventilador a las plantas: si son jóvenes aún, no conviene aplicar directamente un ventilador, ya que podrían deshidratarse.

3- Un termómetro / higrómetro también es imprescindible para realizar un seguimiento de la temperatura y la humedad, que debe situarse en un rango 20 - 25 ºC, con unos niveles de humedad en el cultivo del 45 - 55 % durante la fase de crecimiento y 35 - 45 % en floración, incluso más baja (30 %) durante las últimas semanas antes de la cosecha para evitar problemas con hongos. Como norma general, la diferencia entre periodos de claridad y oscuridad no debe estar por encima de los 10 °C para evitar estresar a la planta.

4- Como sustrato, una simple mezcla de tierra suelta y aireada en macetas es ideal para principiantes y mucho más fácil que cualquier sistema hidropónico. El tamaño de la maceta determinará el tamaño final de la planta ya que unas raíces más grandes significan una planta de marihuana más grande. Usa platillos debajo para atrapar el exceso de riego. También tendrás que comprar nutrientes para alimentar a las plantas a medida que crecen.

5- Y por supuesto, necesitarás comprar semillas de marihuana. Como el espacio es limitado para el cultivo, se debe aprovechar al máximo cada centímetro disponible. Esto significa elegir entre cultivar variedades índica dominantes, que crecen de forma más compacta, como OG Kush, Critical + o Purple Afghan Kush, o planear usar técnicas de sujeción y enrejado si cultivas sativas que pueden estirarse mucho, como Super Silver Haze, Dinachem o Moby Dick.

Plantas de cannabis en cultivo de interior

Cómo cultivar marihuana en crecimiento vegetativo

6- Después de germinar las semillas o enraizar los clones, es hora de que crezcan. Baja el reflector para que esté más cerca de las plantas en lugar de hacer que se estiren para alcanzar la luz. Y eleva el sistema de iluminación a medida que crecen. La distancia de la lámpara vendrá determinada por su potencia e intensidad. Configura tu temporizador de luz para que esté encendido durante 18 horas por día y apagado durante 6 horas. Durante esta etapa vegetativa, la planta producirá hojas y ramas pero no flores (a menos que sea una planta autofloreciente).

7- Evita sobrealimentar tus plantas a toda costa. El primer signo de plantas sobrealimentadas son las puntas de las hojas quemadas. La precaución aquí es una virtud, ya que siempre es más fácil añadir más nutrientes que eliminarlos. Las raíces de marihuana prefieren un ciclo húmedo / seco, así que riega un día y deja el siguiente que se seque el sustrato. Levanta las macetas en el aire y obtendrás por su peso una mejor idea de si necesitan riego o no.

8- Desde que la planta comienza a crecer, a partir de las dos primeras semanas, es el momento de comenzar a podar para determinar la estructura que queremos. Corta o pellizca las puntas de las ramas justo encima del nudo donde emergeran dos nuevos brotes. Si mantienes este proceso, tendrá plantas que parecen arbustos, con muchos brotes secundarios y poco estiramiento del tallo apical. Esta es la manera más eficiente de obtener mayores rendimientos en espacios pequeños, pero el tiempo de crecimiento vegetativo aumentará, así que hay que tenerlo en cuenta.

Cómo cultivar marihuana en periodo de floración

9- Cuando estés listo para comenzar la etapa de floración, cambia tu temporizador a un ciclo de luz de 12 horas encendido / 12 horas apagado. Asegúrate de nunca interrumpir el período oscuro de 12 horas con ningún tipo de luz, aunque sea ligera, ya que esto confunde a la planta y puede causar serios problemas.

 

10- También debes cambiar su régimen de alimentación a uno adecuado para la floración. Los nutrientes de las plantas generalmente vienen en formulaciones vegetativas o de floración. A la hora de elegir un nutriente, es importante que siga la máxima NPK, es decir, que contenga nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Por ejemplo, si te encuentras con un fertilizante NPK seguido de 4/2/3, eso significa que contiene más nitrógeno, por lo que es especialmente útil para la etapa de crecimiento. Por el contrario, si el número que aparece es 2/3/4, quiere decir que contiene más fósforo y potasio que nitrógeno, por lo que será una buena opción durante la floración.

 

11- Dependiendo del tiempo de floración que especifique el banco de semillas, determina cuánto le queda más o menos para el fin de su ciclo y dos semanas antes comienza el proceso de lavado de las raíces, para eliminar el exceso de sales y obtener un productos de mayor calidad para el consumo. Si está cultivando una variedad de floración de 60 días, comienza a enjuagar el medio de cultivo con solo agua alrededor del día 46.

 

Cosecha, secado y curado de la marihuana

12- Saber cuándo y cómo cosechar es tan importante como saber cultivar. Usa una lupa para observar de cerca los tricomas, esos pequeños tallos glandulares con cabeza que, de cerca, se parecen a pequeños hongos de vidrio. Esta es la primera etapa de su desarrollo y es cuando son menos potentes. Después de algunas semanas, los tricomas comienzan a tornarse de color lechoso y se ven como nublados por dentro. Esto es cuando están llenos de THC y listos para producir un subidón energético. Después de otra semana más o menos, los tricomas comenzarán a ponerse de color ámbar, lo que significa que el THC está comenzando a descomponerse en CBN, así que más narcótico será el efecto y más rápido te mandará al sofá. La mayoría de las personas tienden a cosechar cuando los tricomas tienen un 70-80 % de apariencia lechosa y el resto son de color ámbar, ya que esto da la mezcla perfecta de ambos tipos de efectos.

 

13- Después de la cosecha, recorta y cuelga tus cogollos boca abajo en un lugar oscuro para que se sequen. Puedes en este momento manicurar las hojas (manicurado en fresco) o esperar a que se sequen las ramas para hacerlo (manicurado en seco). Este proceso de secado debería llevarte aproximadamente una semana o dos, dependiendo de la humedad y el calor del lugar donde lo hagas. Siempre es mejor mantener este proceso más lento para garantizar que la hierba no se quede con ese sabor a clorofila "verde". Añade un humidificador si crees que tus cogollos se están secando demasiado rápido. Y nunca dejes un ventilador soplando directamente sobre los cogollos, pero asegúrese de que el aire esté circulando para evitar el moho y la podredumbre.

 

14- Una vez que hayas determinado que los cogollos están lo suficientemente secos (los tallos deben romperse en lugar de doblarse y el exterior de las flores debe sentirse seco al tacto) estarán listos para el curado, donde lentamente "sudarán" la humedad restante. Siempre usa frascos opacos y colócalos en un lugar fresco y oscuro. Abre los frascos para determinar el nivel de humedad y déjalos abiertos si se forma condensación en el interior. Abre y cierra los frascos una o dos veces al día, para que el aire húmedo salga y se reponga con aire seco. Después de tres semanas a un mes de curado, tus cogollos deberían tener un sabor y olor perfecto.

 

15- Y recuerda que, como en cualquier jardín, las plagas también son una preocupación constante cuando se cultiva marihuana en interior. Para cualquiera que esté aprendiendo, es importante estar bien versado en el control de plagas, deteniendo una infestación antes de que pueda extenderse. La prevención, la observación y sobre todo, la limpieza del lugar del cultivo pueden significar la diferencia entre la victoria y la derrota.

 

 

31/03/2020

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