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Cómo proteger tus plantas de marihuana del calor

  • El periodo estival es, para la mayoría, sinónimo de descanso y de sosiego, es el momento en el que tenemos en nuestras mentes las vacaciones, el asueto, la playa, la barbacoa y otros placeres al aire libre.
  • Sin embargo, las plantas que cultivamos en exterior no pasan por este momento idílico y tienen que sobrellevar un sol asfixiante, temperaturas altas, etc.
  • Estas condiciones ponen a prueba su capacidad de desarrollo, y por ello vamos a daros algunos consejos que ayudarán a reducir las situaciones de estrés a las que se pueden ver expuestas las reinas de nuestro jardín.
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¿Cómo regar las plantas de marihuana en verano?

El riego es, sin ninguna duda, un aspecto estratégico, fundamental para el éxito del cultivo durante este periodo. Para gestionarlo de forma correcta es esencial disponer de información climatológica clara y precisa, y adaptar nuestro programa de riego a las circunstancias concretas.

En relación a las plantas cultivadas al aire libre, cuyas raíces tienden a penetrar en el suelo hasta zonas profundas, si el día ha sido muy caluroso, es conveniente regar generosamente al anochecer, sobre las 21h – 21h30.

En ese momento las temperaturas descienden y el frescor nocturno hace su aparición. El principal beneficio de regar en ese momento reside en que la humedad perdura durante la noche, con lo que se consigue una mayor regeneración o protección de las plantas.

Para evitar choques térmicos es conveniente regar con agua a temperatura ambiente. Además, si las plantas se encuentran en fase de crecimiento y las temperaturas son elevadas, es conveniente pulverizar la planta, estructura vegetativa y hojas incluidas.

Cuando el calor es fuerte se produce mucha transpiración, por lo que es un medio de hidratación eficaz que aporta cierto confort a las plantas.

Los días de mucho calor se recomienda regar las plantas con un fertilizante rico en algas (como por ejemplo: Alg·A·Mic de BioBizz) según la dosis recomendada por el fabricante, y rebajar la dosis de los otros abonos un 25% aproximadamente. De esta forma se consigue que la planta esté nutrida y protegida.

Una buena opción es vaporizar las hojas (con un pH 7.0) con un fertilizante rico en Aloe vera (como por ejemplo: Acti·Vera de BioBizz) que las hidrata y las protege del potente y nefasto estrés al que se ven sometidas.

Las plantas cultivadas en tierra, en campo abierto, poseen una gran ventaja, sus raíces cuentan con una protección subterránea suplementaria por encontrarse a gran profundidad, en un ambiente más fresco y húmedo que el de la superficie. Cuentan, por lo tanto, con mayor protección que las plantas que se cultivan en macetas.

Es importante aplicar un estimulador de raíces en la solución de riego una vez por semana. Supone una barrera de protección adicional, muy beneficiosa para las plantas. Y no hay que olvidar que las raíces son el órgano a través del cual se alimentan las plantas.

En relación al cultivo de plantas de marihuana en maceta, se pueden seguir las mismas pautas, con la única salvedad de que las raíces deben contentarse con un espacio limitado en la maceta. A menudo, la mayoría de cultivadores utilizan macetas negras, que favorecen la "cocción de las raíces" en el sustrato, y ello supone un shock importante para la planta.

Nuestro consejo es pintar las macetas de blanco o revestirlas con papel film blanco ya que este color refleja el calor mientras que el negro lo atrae y lo retiene. Si el calor es extremo (entre 35 y 40ºC), es conveniente recubrir la maceta con varias capas aislantes de plástico blanco.

Las plantas cultivadas en maceta hay que regarlas en los mismos horarios que las plantas cultivadas sobre el terreno, y hay que intentar adaptar el riego de forma real a cada clima y cada momento. Puntualmente, las plantas en maceta se pueden pesar de forma manual, ya que su peso es un indicador, simple y sobre todo fiable, de sus necesidades de riego.

En las macetas, las raíces no cuentan con el margen de seguridad ofrecido por la profundidad subterránea, y por lo tanto hay que analizar las necesidades de agua de las plantas y adaptarse a las circunstancias.

Cuando hace mucho calor hay que aportar un riego abundante, y hay que ser más austero cuando nos encontremos en un periodo estival lluvioso. En estas circunstancias es cuando se pone en evidencia el verdadero talento del cultivador.

En ambos casos lo ideal es el uso de un riego tipo goteo ya que evita posibles carencias de agua y es capaz de mantener una humedad constante en el sustrato. Pero, desgraciadamente, no todo el mundo puede disponer de este sistema.

¿Cómo proteger las plantas de marihuana?

Protección con paja. Es una técnica muy sencilla que consiste en recubrir el sustrato con paja para retener la humedad, limitar la evaporación y evitar un shock térmico serio. Para que resulte eficaz es necesario el uso de una capa de 4-5 cm de espesor. También se puede utilizar cáscara de pino, lino o perlita.

Eliminación de hierbas. Se trata de una técnica que consiste en limpiar las malas hierbas que rodean nuestras queridas plantas de marihuana, y merece realmente la pena ya que se potencia el aprovechamiento de los recursos que ofrece el entorno, como el agua y el espacio. Es un método muy utilizado en diferentes tipos de cultivo, como por ejemplo en los viñedos. Muchas veces, lo que aporta resultados determinantes es la suma de múltiples detalles.

Poda. Según la variedad cultiva, la poda puede ser un método útil y eficaz para reducir la transpiración de nuestras preciosas damiselas. En concreto puede ser una solución muy eficaz cuando cultivamos variedades con una vegetación densa.

Uso de una tela perforada. Se puede colocar una tela perforada sobre la planta, preferiblemente de color claro, para que refleje los rayos solares, y lo más ligera posible, para no dañar la planta. El uso de este tipo de material puede ser una excelente solución para reducir la agresividad de las temperaturas estivales y para proteger las plantas de la intensa luz solar

 

Invernadero. Para todos aquellos que tienen la suerte de poder cultivar en invernadero, se puede utilizar el mismo procedimiento de protección que el mencionado con anterioridad. Casi todos los invernaderos están equipados con sistemas de sombra que se usan a menudo para forzar o acelerar la floración.

La gran ventaja de poder cultivar en invernadero es que el sistema ya está fijado en la estructura existente y en consecuencia la planta no debe soportar el peso de la tela en su estructura y el estrés que ello pudiera ocasionar. Se trata, probablemente, de la opción más cómoda para la planta pero no está al alcance de todos.

Elección de la genética. Otra opción es elegir una variedad menos sensible al estrés que provoca un clima caluroso y soleado, como es el caso de los híbridos con dominancia Sativa.

Debido a sus lugares de orígen, estas variedades muestran mayor resistencia a este tipo de climas. A menudo su genética procede de países como África, India, Tailandia, Asia, América del Sur, el Caribe, etc. y por ello están preparadas de forma innata para afrontar una climatología con altas temperaturas.

Es el caso, por ejemplo, de variedades como Super Silver, Dinamex, Original Amnesia, Royal Haze o Santa Sativa

Esperamos que nuestros consejos sean útiles y te ayuden a obtener unas magníficas cosechas. ¡Buen cultivo y felices vacaciones!

06/09/2017

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