Parlamento Estrasburgo

El Parlamento Europeo insta a potenciar la investigación sobre el cannabis y da luz verde a la marihuana medicinal

  • La cámara europea se ha pronunciado para flexibilizar el marco regulatorio del cannabis medicinal.
  • Aunque no tiene valor normativo, el posicionamiento político es claro e insta a la Comisión Europea y a los Estados miembro a avanzar en la línea propuesta.
  • Si se logra el objetivo, puede crearse un buen escenario para potenciar las variedades con alto nivel de CBD y bajo de THC, que por sus características poseen un alto potencial terapéutico.
Parlamento Estrasburgo

La ola de posicionamientos políticos e institucionales en favor del cannabis terapéutico sigue avanzando. Si en los últimos meses hemos podido ver que Estados Unidos aprobaba algunas leyes en este sentido y la OMS pedía cambios a Naciones Unidas, ahora le toca el turno a la Unión Europea. El Parlamento Europeo aprobó el pasado 13 de febrero una resolución que insta a la Comisión Europea y a los países miembro a que den pasos firmes en favor de la investigación de los usos terapéuticos del cannabis y a que, si los resultados son favorables, permita su uso para tratar enfermedades y dolencias.

La propuesta aprobada inició su andadura en la Comisión de Medio Ambiente, Sanidad Pública y Seguridad Alimentaria, hace ya más de un año. La diputada española Estefanía Torres, miembro de Podemos y del grupo parlamentario de izquierdas GUE/NGL, defendió con éxito esta resolución en el seno de la comisión. Tras un año de trabajos conjuntos con otros representantes para alcanzar un consenso amplio entre los diferentes grupos, finalmente la propuesta fue llevada al pleno del Europarlamento.

La resolución aprobada es menos ambiciosa que la que el GUE/NGL presentó en un primer momento, ya que no solo pretendía lograr el apoyo a la investigación y al uso terapéutico del cannabis, sino que contemplaba medidas para combatir el mercado negro y la economía sumergida, así como para promover la revitalización del mundo rural con el desarrollo del cultivo de esta planta. Sin embargo, la propuesta inicial no recibió suficiente apoyo, así que la finalmente aprobada se limita al uso medicinal del cannabis.

Armonización, coordinación y financiación

En el texto aprobado se reconoce que el cannabis posee un alto potencial medicinal para el tratamiento de enfermedades muy diversas, como el VIH, el síndrome de Tourette, la epilepsia, el alzhéimer, el síndrome de Crohn o el cáncer, entre otras. También señala que, a pesar de ello, no existe una directriz común seguida por todos los países miembros, cuyas legislaciones son, en algunos casos, muy diferentes, lo que dificulta la investigación, la transmisión de información y el desarrollo de productos medicinales. 

Esta resolución no es legislativa, es decir, no se modifica la normativa vigente.

En consecuencia, en la resolución se hace un llamamiento directo tanto a la Comisión Europea como a los Estados miembro a trabajar de forma conjunta para establecer una definición legal de cannabis medicinal, aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos y las agencias farmacéuticas nacionales, de tal forma que se establezca una línea clara entre este y otros tipos de marihuana.

Y, también, a que estas trabajen codo con codo con el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, profesionales sanitarios, sociedad civil, ONGs y otros grupos de interés para implementar un marco legislativo adecuado y una estrategia efectiva con la que favorecer la investigación y el uso del cannabis medicinal. Todo este proceso puede ser el primer paso para acabar con la fragmentación normativa que los países de la UE muestran en esta materia.

Cogollo de cannabis

Aunque el paso dado es importante, hay que tener en cuenta que esta resolución no es legislativa, es decir, no crea un nuevo marco jurídico favorable al desarrollo de la investigación y el uso terapéutico del cannabis. Más bien supone un llamamiento a quienes sí detentan la potestad para legislar en este ámbito: los Estados miembro y la Comisión Europea.

Siguiendo los pasos de la OMS

La senda iniciada por el Parlamento Europeo no es nueva, sino que guarda ciertas similitudes con la que hace algunos meses inició la Organización Mundial de la Salud (OMS). En aquel momento, tomó partido por avanzar hacia un marco jurídico internacional de mayor tolerancia con respecto a la investigación sobre los usos terapéuticos del cannabis y superar la normativa actual, que prohíbe el cannabis bajo cualquier formato.

Esta posición se materializó primero en un documento, presentado en junio de 2018, en el que se revisaba el estado de la investigación sobre el cannabis, con unas conclusiones del Comité de Expertos sobre Dependencias a las Drogas. Entre las competencias de este comité no se encuentra la de legislar, por lo que, al igual que ocurre con la resolución del Parlamento Europeo, con el informe emitido no se modifica de forma automática la normativa vigente.

No obstante, sí que es un órgano competente para recomendar a Naciones Unidas cuáles son las actuaciones más adecuadas en su ámbito. Por ello, aunque el informe no se convierte de forma automática en norma, supone un fundamento muy potente para que Naciones Unidas emita sus resoluciones de alcance global. La respuesta a esta situación se dará el próximo mes de marzo, cuando se prevé la reunión de la Comisión de Estupefacientes (CND) en Viena.

¿Es el momento del CBD?

Si hay un componente del cannabis que puede aprovecharse de la nueva situación, ese es el CBD. Este cannabinoide, al contrario del THC, no posee propiedades psicoactivas, por lo que tiene una mejor consideración social. De hecho, el CBD es una sustancia que ha sido empleada para propósitos terapéuticos desde casi el inicio de la humanidad, pues está documentado desde el Neolítico. En este sentido, las variedades con un alto contenido en CBD pero bajo en THC pueden aumentar mucho su popularidad.

Desde Dinafem creemos en el potencial terapéutico de este cannabinoide y otras moléculas que forman parte de la composición de la planta de cannabis, por ello llevamos años dedicándonos a la investigación y creación de nuevas variedades con distintos ratios THC/CBD. Variedades como la Dinamed CBD, cuya concentración de CBD se encuentra entre el 10 % y el 14 %. En este sentido, la labor de nuestro laboratorio es fundamental para conocer los perfiles terpénicos y de cannabinoides, para así poder asegurar al cliente la mejor calidad en nuestros procesos de 'breeding'.

Al igual que algunos países están tomando posiciones claras en favor del cannabis medicinal, las organizaciones internacionales, como la Unión Europea o Naciones Unidas, parece que también avanzan hacia un marco de regulación del cannabis fundamentado en las evidencias científicas. Los Europeos deberían tener acceso a los mejores tratamientos médicos. Es hora de permitir que los médicos y los pacientes se beneficien del amplio espectro de los efectos terapéuticos de la planta de cannabis, sin limitar estas opciones de tratamiento a unos pocos. 

27/02/2019

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