Historia de la marihuana capítulo 2: Holanda

  • Como te explicamos en el capítulo anterior, el nacimiento de los primeros híbridos de marihuana tuvo lugar en California.
  • Sin embargo, la explosión de los híbridos a nivel mundial se gestó en Holanda, allí se crearon los primeros bancos de semillas tal y como los conocemos hoy en día.
  • Para comprender este fenómeno, es necesario explicar el contexto que se dio en Los Países Bajos y porqué este país europeo fue la cuna de la industria del cannabis.
  • En este capítulo te desvelamos todos los secretos de esta apasionante época ¡Acompáñanos en este viaje a la vieja Europa de los 80!

Aunque el nacimiento de los híbridos tuvo lugar en Estados Unidos, su explosión y comercialización mundial, se gestó sin duda en los Países Bajos. Holanda vio florecer el inicio de la industria cannábica como la conocemos hoy en día, y allí fue donde, en la década de los 80 y los 90, se desarrollaron híbridos como Big Bud, Skunk y Haze , que han sido pilares fundamentales para la crianza de muchas variedades como Jack Herer, Critical +, o Original Amnesia.

Holanda, la tierra prometida

Para entender porqué los breeders de aquella época pudieron hacer una gran labor de desarrollo y estabilización de híbridos cannábicos, hay que tener en cuenta el inusual contexto legal que se vivió en en Los Países Bajos en aquella época. En 1970, cuando las tropas americanas se retiraron de Vietnam, los traficantes de heroína de China decidieron buscar nuevos mercados. Ámsterdam, conocido por su liberalismo y por el barrio de Chinatown, era el sitio perfecto. Así comenzaron a llegar inmigrantes chinos con maletas cargadas de droga convirtiendo Zeedijk en El Broadway de la heroína.

Droga barata y de mala calidad que inundó rápidamente las calles y arrasó entre los jóvenes, convirtiéndose en una auténtica pandemia. Viendo que el llamado "caballo" estaba causando serios daños a la salud pública, el gobierno consideró que era el momento de revisar la política en materia de drogas, especialmente después del informe "Touwtrekken om hennep" (1972), que concluía que el consumo de cannabis era factible y comparable al del tabaco o el alcohol.

Era necesario revisar la ley, que por otro lado no se había modificado desde 1928. Así fue como se inició la llamada "política de tolerancia", que se materializó en la nueva Ley del Opio en 1976, que supuso la despenalización del cannabis. ¡Holanda se convirtió en el primer país del mundo en dar este paso!

Una nueva legislación que hacía una clara distinción entre las llamadas "drogas blandas", sustancias con una repercusión para la salud y un nivel de adicción menor (como el cannabis), y "drogas duras", aquellas que crean una gran adicción y daños físicos graves (como la heroína). La idea estaba clara, era mejor que los jóvenes fumaran porros a que se inyectaran heroína. A la vez, con la despenalización, los recursos policiales podrían dedicarse de lleno a combatir la droga dura.

La nueva Ley del Opio en 1976 supuso la despenalización del cannabis. ¡Holanda se convirtió en el primer país del mundo en dar este paso!

Los primeros Coffee Shop

Bajo el nuevo marco legal, comenzaron a surgir los llamados "Coffee Shop", donde en los primeros años se dispensaba mayoritariamente hachís importado y algo de marihuana que provenía de Indonesia y otros países exóticos, cuya calidad era muy variable, además los cogollos tenían semillas y estaban muy resecos. Ya por aquel entonces, había algunos algunos cultivos de marihuana en Holanda, pero el producto era de muy mala calidad, las genéticas eran pobres y se utilizaban sativas de floración tardía que no maduraban a tiempo en el frío clima holandés. Sin embargo, hubo algunos visionarios que fueron capaces de ver las posibilidades de la planta, gracias a ellos todo cambiaría para siempre...

Wernard Bruining

Incluso antes de que se reformara la Ley del Opio en Holanda, Wernard Bruining junto a sus amigos abrieron el primer Coffee Shop en Ámsterdam. Lo llamaron Mellow Yellow y comenzó a funcionar en 1973. Este Coffee Shop clandestino se emplazó en una antigua panadería abandonada y pronto se convirtió en inspiración para otros como Maarteen y Henk de Vries que abrirían más tarde el Rusland y el Bulldog respectivamente.

Aunque se lo desaconsejaron, Bruining comenzó a vender también marihuana importada que llegaba en barcos desde Indonesia y que compraba a 800 florines el kilo (unos 360 euros). Aunque contenía un 30% de su peso en semillas, su efecto era potente y se hizo muy popular.

Cuando en 1978 se incendió el Mellow Yellow, Wernard Bruining decidió tomarse unas vacaciones e ir a Estados Unidos, donde haría uno de los descubrimientos más importantes de su carrera: la marihuana sinsemilla.

Todo un hallazgo que cambió por completo su visión sobre el cannabis y su cultivo, cuando probó esos gruesos cogollos sinsemilla que los cultivadores americanos producían con sus propias genéticas (híbridos de sativas e índicas), ya no hubo vuelta atrás. Y no solamente se trataba de las genéticas, sus métodos eran totalmente revolucionarios, fertilizaban las plantas, desechaban los machos, manicuraban los cogollos con cuidado y los conservaban en bolsas de plástico selladas al vacío. Bruining lo tuvo claro…¡Tenía que llevar ese concepto a Holanda!

En ese viaje conoció a muchos cultivadores e hizo amistad con uno de ellos: Old Ed. Bruining quedó fascinado por la alta calidad de la hierba de Old Ed, así que se propuso importarla a su país natal. Esta decisión cambió las reglas del juego, pues aquella marihuana sinsemilla era algo nunca visto en Europa.

Old Ed a la izquierda
Old Ed a la izquierda

Al principio, llevaban la marihuana de Estados Unidos a Holanda en maletas, la compraban a 5.000 dólares el kilo y la vendían en los Coffee Shop de Ámsterdam por 8.000. La calidad y la potencia de la hierba sinsemilla americana estableció un nuevo estándar, y Bruining entendió que había llegado la hora de producirla en casa. Para ello, en 1980 convenció a Old Ed de que se mudara a Holanda y lo acogió en su casa, donde el cultivador americano vivió durante cinco años. Juntos formaron "el Green Team", al que años más tarde se unieron otros cultivadores y criadores con la misma pasión por la planta.

Construyeron un pequeño invernadero en el jardín de la casa y Old Ed no solo les enseñó su técnica para cultivar marihuana sinsemilla de forma biológica, sino que también trajo sus semillas, híbridos americanos capaces de madurar en el clima holandés. Ese mismo año vendieron el primer kilo de marihuana sinsemilla holandesa al coffee shop Bulldog por el equivalente a 7.000 euros hoy en día.

Ben Dronkers

Otro holandés que jugó un papel indispensable en la revolución de los híbridos fue sin duda Ben Dronkers. A finales de los 60, Dronkers comenzó a trabajar en buques mercantes que partían de su Rotterdam natal. En estos viajes fue donde descubrió la planta del cannabis y donde acumuló conocimiento a partir de lo que le explicaban los cultivadores locales de países como Pakistán, Afganistán o Turquía. En esos viajes, también fue recolectando semillas de cannabis de aquellas genéticas que consideró más interesantes. Así que años más tarde, cargado con su colección de semillas procedentes de Asia central, el Sudeste Asiático y el Subcontinente Indio, volvió a Holanda y en la década de los 80 comenzó a experimentar con ellas.

Tal como él mismo explicó años más tarde en una entrevista, comenzó a probar con cultivos de interior y las genéticas sativa disponibles en Holanda con unos resultados más bien pobres, pero cuando introdujo las genéticas índica de su colección la cosa cambió, fue un verdadero punto de inflexión. En un invernadero comenzó la crianza de estos nuevos híbridos que por fin dieron cosechas de calidad.

Ben Dronkers en Afganistán (circa 1970)
Ben Dronkers en Afganistán (circa 1970)

Introducir este nuevo producto en los Coffee Shop holandeses no fue fácil, pues el público estaba acostumbrado al hachís y a la marihuana importada que venía seca y prensada, incluso llegaron a burlarse de los cogollos verdes de Dronkers llamándoles "espinacas". Pero su perseverancia y la aplastante potencia del producto dio sus frutos, los turistas americanos que sí conocían esas "espinacas" comenzaron a demandarlas, y pronto el mercado cannábico holandés cambió para siempre.

Las bases de la nueva industria del cannabis estaban asentadas, fue entonces, a mediados de los 80 cuando breeders americanos como Sam The Skunkman, comenzaron a llegar a Los Países Bajos cargados con sus poderosos híbridos, la guinda en el pastel que faltaba para dar el siguiente paso: el florecimiento de los bancos de semillas. Cultivator's Choice, The Seed Bank, Sensi Seeds...El principio de la industria tal como la conocemos hoy en día...Pero sobre esto y mucho más hablaremos en el siguiente capítulo…¡No te lo pierdas!

03/07/2018

Comentarios de nuestros lectores

2 comentarios
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  1. 5 sobre 5

    Que fuentes habeis utilizado para la informacion de holanda? esque estoy haciendo un trabajo comparando su historia en holanda y en españa y me iria muy bién. Grácias

    1. 5 sobre 5

      Hola,

      Para la redacción del post utilizamos artículos de Soft Secrets, entrevistas de la revista High Times y una entrevista cara a cara con Wernard Bruining en Holanda.

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