growerz juego cartas cannabis

GrowerZ, el juego de cartas que quiere concienciar sobre la legalización y las ventajas del autocultivo

  • El italiano Alberto Barbieri es el creador de este juego de divertidas ilustraciones en el que los participantes adoptan un papel (químico, abogado, ‘hippie’…) para cultivar su propia plantación de marihuana.
  • Con GrowerZ, este emprendedor, que acaba de lanzar su compañía de juegos de mesa, quiere mostrar los beneficios de la producción casera.
  • Su mecánica es muy sencilla y divertida, y Barbieri ya está pensando en crear expansiones para aumentar las posibilidades del juego. De momento, cuenta con el visto bueno de los consumidores y no consumidores de hierba que lo han probado.
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Eres un cultivador aficionado de cannabis y quieres crear tu propio jardín secreto, un lugar con la mejor hierba. Sin embargo, para ello necesitas semillas, herramientas… que tienes que conseguir antes de que un compañero se haga con ellas y pueda tener una cosecha verde mejor que la tuya. Pero ahí no acaba todo, ya que también tienes que ventilar las plantas, podarlas, recolectar la cosecha… El que al final tenga una mejor producción será el gran cultivador.

No estamos hablando de un reto real, con personas de carne y hueso. Para este reto solo se necesitan una mesa, unos amigos, algo para picar y fumar… y GrowerZ, el juego de cartas creado por el italiano Alberto Barbieri donde tendrás que demostrar ser el mejor productor casero de marihuana. No importa tanto cuántos cogollos eres capaz de generar sino cumplir con las expectativas de tu personaje y manejarse con destreza en las labores del día a día. Para ello hay que conseguir las cartas con las mejores herramientas y con las técnicas de cultivo o semillas idóneas para cada temporada. GrowerZ es un juego de dos a seis jugadores mayores de 18 años en el que una partida puede durar de 15 a 40 minutos.

Alberto, su creador, tiene 32 años y vive en Génova. Con unos compañeros ha decidido emprender y ha montado Demoelâ, una cooperativa de juegos. Hasta hace apenas unos meses tenía un 'grow shop', cuya parte decidió vender a su antiguo socio para comenzar esta nueva aventura con la que impulsaba su afición jugona. La idea de crear un juego relacionado con el cannabis llegó hace un año, cuando estaba aún gestionando su tienda. "Intentaba mezclar mis dos grandes pasiones: cultivar en casa y jugar", cuenta ahora a Dinafem.

El proceso para crear el juego se basó "en la realidad, así que intentamos poner a los jugadores en un entorno natural, con sus propios huertos". "Queremos mostrar cuán normal es la autoproducción y cómo esto impacta, pero no de una forma negativa, en la sociedad", explica. Así, el objetivo del juego no es solo divertir, sino también concienciar sobre la legalización en Italia y en otros países. Para ello, la compañía se ha centrado en la autoproducción, algo que Alberto considera básico en este mundo.

Cómo se juega

Alberto define las mecánicas como "simples pero estimulantes". Cada jugador tiene un personaje diferente, escogido al azar o por gustos: el atleta, el artista, el químico, los compañeros de habitación, el 'hippie' y el abogado; cada uno de ellos tiene una puntuación diferente sobre la cantidad, la calidad y el esfuerzo de la hierba conseguida. Con el personaje se reciben sendas cartas de invernadero o armario de cultivo interior, también con valores de cantidad, calidad y esfuerzo y un símbolo con el tipo de semilla que se puede cultivar en ella, autofloreciente o feminizada. Durante cuatro turnos (correspondientes a las cuatro estaciones del año) los jugadores eligen con qué cartas quedarse y cuáles soltar.

Comienzan con el mazo de invierno, del que cada jugador toma cinco cartas, en las que descubrirán luces (con el anverso de fondo amarillo), reflectores (grises), extractores (violetas), nutrientes (marrones) o técnicas de cultivo (naranjas), que vienen acompañadas de otras características para producir y sus correspondientes puntos de cantidad, calidad y esfuerzo. Cada jugador se queda con solo una de estas cinco cartas y la deja boca abajo frente a él. Cuando todos los compañeros tienen la suya, se muestra.

Los jugadores agrupan las cartas en función de sus espacios de cultivo. Si cogen una carta de invernadero o armario, deberán crear un nuevo espacio junto a los que ya tenían desde el comienzo de la partida. Si les toca una semilla, una técnica de cultivo, una herramienta... deberán ponerlas junto a los espacios de cultivo que consideren más apropiados. Eso sí, no se pueden repetir colores. No pueden tener en un invernadero, por ejemplo, dos técnicas de cultivo, dos herramientas o dos cartas de nutrientes.

El siguiente paso es decidir si se quiere sembrar o no. Para ello hay que coger una carta del mazo de semillas (entre ellas se encuentra la CBD Haze de Dinafem, por cierto). Acto seguido, vendría la cosecha, que consiste en la suma de puntos de cantidad, calidad y esfuerzo en cada semilla cultivada, junto a los de técnicas y herramientas utilizadas. Por último, hay que limpiar la zona de cultivo, es decir, eliminar aquellas cartas consideradas temporales (las semillas y otras que no se han utilizado) y comenzar otro turno que corresponderá a otra estación. Aquel jugador que se haga con hasta 15 puntos tendrá la marihuana autoproducida mejor cultivada y se llevará la partida.

Aunque las instrucciones vienen en inglés o en italiano (Alberto explica que están trabajando en una versión en español que distribuirán con formato Creative Commons), el idioma no será un obstáculo a la hora de jugar: todo lo que se necesita saber para el desarrollo del juego está marcado con símbolos y números, así que se puede practicar con cualquier tipo de público. "Es bastante útil cuando tienes varios mercados, para ahorrar dinero imprimiendo y también para comprender el juego", explica Alberto.

Éxito en las pruebas

Cuando tenían el prototipo creado, Alberto y sus compañeros hicieron un 'focus group' en la Universidad de Milán. "Probamos el juego con varios tipos diferentes de personas: usuarios, consumidores, pero también no consumidores, y recibimos un 'feedback' muy interesante de ellos", nos cuenta. Las cartas han sido diseñadas por Ivan Art, un veterano dibujante reconocido por su militancia antiprohibicionista.

La experiencia del juego se complementa con una 'app', por el momento solo disponible de forma gratuita para dispositivos con Android. "Desarrollamos una aplicación para anotar los puntos", explica Alberto. Esto permite "jugar más rápido", ya que calculará la suma y resultados finales de cada jugador en cada ronda sin necesidad de andar con papel y bolígrafo.

El juego sale a la venta el 1 de octubre, y Demoelâ lo promocionará en dos grandes eventos: la feria Canapa in Mostra de Nápoles, uno de los encuentros punteros sobre marihuana de Italia y Europa, y en la Feria Internacional de Juegos de Essen (Alemania), reconocida a nivel mundial dentro de la industria de los juegos de mesa por las numerosas novedades y prototipos que se presentan. Sin lugar a dudas, en los dos llamará la atención. "Estaremos en Spannabis, seguro", afirma Alberto, aunque para eso habrá que esperar a 2017.

Italia, un país a la vanguardia de la legalización

El juego ha sido creado en un país, Italia, que se ha puesto a la vanguardia europea en lo que a legalización del cannabis se refiere. Hace unos meses, el presidente de la región de Toscana, Enrico Rossi, señaló los aspectos positivos de la legalización para acabar con el mercado ilegal de las mafias. Desde 2015, hay un proyecto de regulación en el Parlamento nacional que, aunque está paralizado, cuenta con el apoyo de más de 200 diputados.

De aprobarse, Italia legalizaría el consumo y autocultivo de la hierba, así como su producción medicinal y recreativa. El proyecto también plantea un monopolio estatal para la concesión de licencias de plantación y la creación de clubes de cannabis. Si todo marcha sobre lo previsto, en las próximas semanas debería haber una votación.

"Por lo que yo he visto", opina Alberto, "la propuesta busca ir demasiado lejos para que sea aceptada como es, pero es muy importante que el derecho de la autoproducción sea puesto en primer lugar, a la vista. Es lo que me interesa".

Mientras tanto, en Demoelâ siguen adelante con la promoción de GrowerZ. Este año están trabajando con otros dos juegos, así que están bastante ocupados, pero Alberto adelanta que tienen en mente "un par de ideas" para nuevas publicaciones relacionadas con el cannabis. Si todo sale bien, saldrían a la venta el año que viene o al siguiente. Además, les gustaría sacar al mercado una expansión de GrowerZ para ampliar las posibilidades del juego, con nuevos personajes o reglas. Ahora solo queda que el juego se convierta en todo un éxito. ¿Hace una partida de cartas?

20/09/2016

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