ExpoCannabis Uruguay lento avance marihuana

Uruguay, el lento avance hacia la marihuana dos años después de su legalización

  • A pesar de que el expresidente José Mujica diera luz verde al cannabis en Uruguay, con la llegada de Tabaré Vázquez a la jefatura del estado la situación se ha ralentizado. El organismo controlador aún carece de la financiación suficiente y cuenta con escasos responsables. Además, la policía continúa acosando a los cultivadores y la venta de la hierba en farmacias no llegará hasta el próximo año, según las previsiones. En este contexto, ExpoCannabis 2015 servirá a los asistentes para entender bien la situación que vive el país, uno de los referentes mundiales en los procesos de regulación de la marihuana.
ExpoCannabis Uruguay lento avance marihuana

Fue a finales de 2013 cuando Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar por completo la producción y venta de marihuana, aunque la decisión no se hizo efectiva hasta 2014. Desde entonces, en sus instituciones se han tomado muchas decisiones relevantes y su expresidente, José Mujica, siempre será recordado por haber dado una lección de progreso al mundo y haber ayudado a que sus ciudadanos puedan hoy consumir cannabis con (relativa) libertad.

Mujica puso la cadena de producción bajo el control del país y propuso que los ciudadanos tuvieran la opción de cultivar hierba por sí mismos, que lo hicieran de forma conjunta en clubes sociales de cannabis o que la compraran en la farmacia. Sin embargo, desde que el pasado mes de marzo llegara al poder de nuevo Tabaré Vázquez (presidente de Uruguay de 2005 a 2010), las cosas se han ralentizado.

Los ciudadanos se han mostrado preocupados y se han cuestionado si el mandatario seguirá apoyando avances en el sector cannábico o volverá hacia atrás en el camino ya andado. Por el momento las cosas van más lentas de lo que se desearía y muchos critican cómo está siendo la gestión del actual mandatario en torno al tema cannábico.

Entre otras cosas, se denuncia que el IRCCA, organismo gubernamental que debe controlar y regular la situación legal de la marihuana, carece de fondos suficientes y no cuenta con presupuesto propio hasta 2016, cuando recibirá la financiación necesaria. Por otra parte, su actividad es lenta, ya que emplea a menos de 10 funcionarios, bajo los que recae gran responsabilidad, como la de mantener una base de datos de todos los cultivadores de cannabis y la de estudiar todas las peticiones de clubes que quieren abrirse (y que son legales desde septiembre de 2014). Por ello, los integrantes de algunas de estas asociaciones cannábicas consideran que la situación actual no puede considerarse todavía ni legal ni ilegal.

Por otro lado, los consumidores ven de forma negativa la obligación de inscribirse en un registro. Muchos se sienten vigilados, especialmente después de que Vázquez insinuara en un discurso de campaña hace meses que el sistema podría ser utilizado para "rehabilitar" a los usuarios de ciertas sustancias. Por eso, aunque según datos oficiales son 3100 las personas registradas, se calcula que son alrededor de 160.000 las que consumen y podrían estar cultivando sin comunicarlo.

Con este panorama, algunos usuarios creen que el único beneficio que hasta el momento obtienen con la legalización es que pueden denunciar el robo de sus plantas ante la policía. Una institución que, paradójicamente, no está ayudando mucho y sigue acosando a los cultivadores.

Ante esta situación, el Gobierno asegura que va "paso a paso" para que la legalización se cumpla de forma efectiva, aunque "es una ingeniería que está a prueba" y que "se puede ir modificando", según ha explicado Milton Romani, secretario general de la Junta Nacional de Drogas.

Además, el país había prometido lanzar una campaña de información para concienciar sobre temas relativos al cannabis pero aún no se ha materializado, si bien se espera que llegue cuando las farmacias empiecen a venderlo para fines recreativos. Este fue uno de los aspectos que el nuevo presidente prefirió retrasar cuando llegó al poder. Sin embargo, este pasado mes de octubre, el Ejecutivo otorgó a las empresas Symbiosys y Iccorp los derechos para cultivar y distribuir la planta, y lo más probable es que se venda en 250 establecimientos el próximo año.

Según la información que se conoce hasta el momento, estas compañías podrán producir hasta 4 toneladas de marihuana por año, aunque se pretende que la cantidad ascienda a entre 6 y 8. Será el Gobierno uruguayo quien cuide de la seguridad de las plantaciones, que se basarán en una variedad genética original del país. Además, los que quieran comprarla en farmacias deberán registrarse y podrán adquirir hasta 40 gramos al mes (cada gramo costará alrededor de 1 dólar estadounidense, unos 0,93 euros).

A falta de marihuana legal en el mercado, muchos se decantan por cultivarla ellos mismos o desde los clubes, lo que ha ayudado a reducir el mercado negro y a aumentar la eficacia y calidad del consumo.

Más allá de esto, el Gobierno uruguayo ha anunciado su intención de cultivar cannabis terapéutico y de fomentar la investigación sobre los usos medicinales, para lo que se destinarán 30 hectáreas de terreno (10 veces más de lo que se dedica para el ámbito lúdico). Además, también está pensando en vender cáñamo. Con ambas decisiones, sabe que recaudará cuantiosos ingresos para las arcas del Estado. Tres empresas de Israel, Canadá y Australia ya han manifestado su interés en instalarse en Uruguay para producir la hierba con la tecnología más puntera.

De hecho, una empresa israelí ya ha mostrado interés en producir marihuana medicinal en Uruguay para su exportación a Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea, según ha informado recientemente el secretario general de la Junta uruguaya de Drogas (JND), Milton Romani. Según explicó, "aparentemente" la empresa israelí -de la cual no desveló el nombre- tiene como objetivo el mercado de EE.UU. debido a los permisos especiales otorgados por la Agencia estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), así como porque algunos países europeos cuentan con permisos de importación de la UE.

ExpoCannabis Uruguay Siembra 2015

En este variado contexto tendrá lugar la segunda edición de ExpoCannabis Uruguay Siembra, que se celebra en Montevideo por segundo año consecutivo durante los días 5, 6 y 7 de diciembre. El evento está dedicado a facilitar información a los asistentes sobre cannabis, cáñamo y sus usos medicinales, terapéuticos e industriales.

En esta ocasión, el tema central será la marihuana medicinal y la investigación científica de la planta. El Ateneo Uruguay Siembra, donde se organiza el evento, acogerá también diversos foros, conferencias, talleres, exposiciones, películas y actuaciones.

En las conferencias participarán profesionales como la investigadora española Cristina Sánchez; el doctor David Pere, que hablará sobre la resistencia a la normalización del cannabis; Ana María Gazmurri, creadora de la Fundación Daya, quien explicará la experiencia de Chile; el doctor José Carlos Bouso, que hablará sobre cuestiones farmacológicas de los cannabinoides, o Amanda Reiman, que analizará la planta como una "herramienta" para la reducción de daños.

Este foro tiene el objetivo de crear una cultura "diferente" que contribuya a desmantelar el narcotráfico y que haga que los usuarios se decanten por el consumo responsable de cannabis. Con este propósito, el encuentro cuenta con el apoyo de la Junta Nacional de Drogas, el Instituto de Regulación y Control del Cannabis y la Presidencia de la Cámara de Representantes.

ExpoCannabis quiere desmitificar la hierba y explicar todo lo referente a sus potenciales aplicaciones medicinales pero, también, informar al público de las propiedades del material del cáñamo y de las semillas, así como de los beneficios que los cultivos tienen sobre el suelo. Se trata de un encuentro en el que los principales protagonistas de los distintos ámbitos en los que el cannabis está implicado entrarán en contacto y podrán debatir y nutrirse.

Solo el año pasado pasaron por allí 6000 personas y participaron cerca de 50 expositores de diversos sectores. Con los acontecimientos que han tenido lugar en 2015 y el lento avance en cuestiones políticas y de legalización, se espera que muchas más personas interesadas se acerquen al encuentro.

Allí podrán solucionar sus dudas sobre la deriva que ha tomado Uruguay, entender hacia dónde va y sacar sus propias conclusiones sobre el futuro del cannabis en el país. Un encuentro de este tipo siempre es una buena excusa para que consumidores y activistas permanezcan informados y en contacto. ¡Y que en Dinafem no pensamos perdernos!

30/11/2015

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