Diez mil años de migraciones cannábicas: breves apuntes históricos sobre los albores de la marihuana

-Así es, diez mil años es la edad de las primeras trazas de cannabis -restos de fibras- hallados por los arqueólogos en tierras de la antigua Mesopotamia, en la actual Turquía. 

-Las investigaciones parecen demostrar que el cannabis nos llegó de Asia, y más exactamente de las estribaciones del Himalaya. Sin embargo, la representación más antigua de esta planta se ha encontrado en Japón y corresponde al período Neolítico (10.000 aC a 3000 aC). Las semillas de cáñamo eran muy utilizadas en la medicina tradicional japonesa (Kampo), prescribiéndose en forma de té para las enfermedades de estómago e intestino.

-Precisamente de la vecina China nos vienen los primeros escritos sobre aplicaciones medicinales del cannabis, tanto de semillas como de hojas y sumidades floridas. Son escritos de en torno a los tres mil años antes de Cristo. 

-La religión hindú, que lo utilizaba por sus poderes psicotrópicos, difundió su uso con rapidez por todo el subcontinente indio. Muy pronto llegó también a África, donde se empleaba, como en otros lugares, por sus semillas, fibras y aceite, pero también en contextos rituales, como en el antiguo Egipto, donde era muy utilizado para curar glaucomas, inflamaciones y también para utilizarse en enemas. 

-Los antiguos romanos, grandes comerciantes, viajaban a Oriente en busca de especias y tejidos. Utilizaban el cáñamo profusamente, tanto para la fabricación de cuerdas o velas como de prendas de vestir y ornamentales. También con fines recreativos.

-Los celtas, los vikingos y los musulmanes de Oriente Medio también utilizaban el cannabis para alimentación, vestido, para confección de velas y cordajes para los barcos, así como en muchos rituales religiosos.

-En la Edad Media los médicos hindúes del sur ya sabían elaborar excelentes cruces de sinsemilla que rivalizaban con las mejores variedades de las provincias del norte indio.

-En aquella época, no sólo los magos, sino también los monjes, elaboraban elixires mágicos con propiedades diversas, donde sin duda tenía un papel la psicoactividad.

-Con el descubrimiento de América, la demanda se extendió por todas las colonias. Se estima que las variedades de cannabis altas en THC cultivadas en Colombia, México y Jamaica, son el fruto de múltiples cruces de variedades inglesas, españolas o italianas con variedades originarias de India y África y su adaptación al clima. 

-Pero, hasta el siglo XIX, el mayor o menor contenido en THC de las variedades era de origen natural. Fue entonces cuando se empezó a cruzar con el fin de aumentar su psicoactividad.

Lo ocurrido a partir de la segunda mitad del siglo XX es de todos sabido. El cultivo del cannabis ha experimentado una revolución sólo comparable a la del sector vinícola. Pero esa amplia y moderna historia ya no es objeto de este post.