¿Se puede obtener cannabidiol (CBD) de otras plantas distintas al cannabis?

  • El descubrimiento de CBD en la planta brasileña Trema micrantha ha recibido la atención de la comunidad científica y aporta nuevas posibilidades a la industria del cannabis medicinal.
  • Se trata de una especie vegetal común y abundante en Brasil, que ofrece una fuente legal y fácilmente disponible de CBD sin las complejidades legales asociadas con el cannabis.
  • No es la primera vez que los científicos han intentado identificar una fuente botánica alternativa de cannabidiol más allá de la marihuana. Pero, ¿realmente es factible a día de hoy?

El pasado junio, investigadores de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) hicieron un descubrimiento significativo: encontraron cannabidiol (CBD) en una planta brasileña común. Este nuevo e interesante hallazgo podría tener la capacidad de aumentar la disponibilidad de cannabis medicinal en Brasil, donde la producción y el uso de CBD están limitados por los altos costes y una regulación muy estricta.

El popular cannabinoide se vio en las flores y frutos de Trema micrantha blume, un pequeño árbol que se ve constantemente en todo el país y que se conoce en portugués como candiúba, crindiúva o pau-pólvora. Y lo más importante: la planta no contiene tetrahidrocannabinol (THC), por lo que plantea la posibilidad de una nueva fuente de CBD que podría evitar los obstáculos regulatorios que enfrenta el cannabis, ofreciendo un gran potencial para la producción de cannabidiol sin las complejidades legales asociadas con la marihuana.

Características de 'Trema micrantha'

Trema micrantha es una especie vegetal perteneciente a la familia Cannabaceae, que contiene 11 géneros y alrededor de 170 especies; y que incluye el cannabis, el lúpulo y otras herbáceas, arbustos y árboles. Es un árbol caducifolio de rápido crecimiento que puede alcanzar hasta 10 metros de altura, originario de Brasil y que también se encuentra en varias regiones tropicales y subtropicales del mundo.

Reconocido por su resiliencia y adaptabilidad a diferentes condiciones del suelo, se ve comúnmente en paisajes urbanos debido a su estética agradable y su capacidad para mejorar la calidad del aire al absorber contaminantes. Dentro de los entornos naturales, sus frutos sirven como fuente de alimento para numerosas especies de aves, promoviendo la dispersión de semillas y mejorando la biodiversidad.

Además de su importancia ecológica, Trema micrantha tiene una historia en la medicina tradicional. Las hojas y la corteza de esta planta se han utilizado para tratar una variedad de dolencias, desde heridas e infecciones de la piel hasta problemas digestivos. Sin embargo, la reciente revelación de que produce CBD ha llamado la atención sobre esta especie vegetal.

El equipo de científicos brasileños aún no ha publicado sus hallazgos, ya que tienen la intención de ampliar su investigación para lograr las técnicas más efectivas para extraer CBD de esta planta. Además, su objetivo es evaluar la eficacia de este CBD en el tratamiento de pacientes con afecciones que actualmente se tratan con cannabis medicinal. Prevén que el estudio requerirá un mínimo de cinco años para completarse.

CBD de plantas distintas al cannabis: ¿Cuál es la realidad?

Las cuestiones legales que rodean al CBD y al cannabis generalmente han llevado a los científicos a intentar identificar una fuente botánica alternativa de este cannabinoide más allá de la marihuana. Pero un nuevo estudio publicado en mayo en 'Natural Product Communications' analizó críticamente las afirmaciones de que esto se haya logrado.

Cannabis sativa es la fuente de fitocannabinoides mejor estudiada, más común y productiva, pero no es el único organismo capaz de sintetizar este grupo de productos naturales bioactivos. El helicriso lanudo (Helichrysum umbraculigerum) es una de las especies botánicas que llamó la atención en 1979 después de convertirse en la primera planta distinta del cannabis que contenía incluso 17 fitocannabinoides.

Esta planta sudafricana se ha utilizado tradicionalmente en rituales y como hierba medicinal. Sin embargo, una de las últimas investigaciones realizadas con muestras del Jardín Botánico Nacional Walter Sisulu en Johannesburgo encontró que contiene solo fitocannabinoides del tipo fenetilo (con una estructura química que incluye un grupo fenetilo).

En cualquier caso, se trata de la primera y, hasta ahora, la única planta distinta del cannabis en la que se ha informado de forma inequívoca del aislamiento, y no simplemente de la detección, de los fitocannabinoides del cannabis. De hecho, en un artículo que vio la luz en mayo de 2023 se presentaba como una nueva alternativa al cannabis para la obtención de uno de sus cannabinoides primarios, el CBG o cannabigerol, que actúa como precursor del resto de cannabinoides más importantes.

También en 2012 se detectó CBD en el lino (Linum usitatissimun), una planta cuyo uso histórico se remonta al 9000-8000 a.C. Si bien la linaza resultó ser la mayor fuente de CBD, los niveles siguen siendo extremadamente bajos en comparación con los de la planta de cannabis. Además, dado que solo se detectaron trazas de CBD, existe la posibilidad de que se haya producido una transferencia horizontal de producto natural mediada por el suelo. Dada la actividad antibacteriana y antiinflamatoria de los cannabinoides, su presencia en la fibra de lino tiene relevancia para su uso en apósitos para heridas. Aun así, se necesitan pruebas científicas adicionales.

También se ha descubierto que el CBD, el THC y el CBN se encuentran en el árbol melocotón de la India (Trema orientalis blume -¿te suena Trema?-), una planta originaria de África, Asia y Australia que se utiliza tradicionalmente en el tratamiento de la diabetes, enfermedades respiratorias, problemas para orinar y malaria. Sin embargo, de tres muestras recolectadas en diferentes lugares de Tailandia, no todas contenían CBD; y el contenido detectado en aquellas que sí lo contenían era muy bajo.

Incluso en la literatura científica, una patente reivindica el aislamiento del CBD de las hojas florales de la stevia (Stevia rebaudiana Bertoni), un antiguo arbusto de América del Sur utilizado principalmente para endulzar, algo que también se sugiere la necesidad de estudios adicionales.

Un caso de fraude científico

La idea de que el CBD pudiera extraerse de una planta que no contiene trazas de THC y, como tal, se convirtiera en una especie de CBD no estigmatizado, resultó tan atractiva para algunos empresarios que les llevó a traspasar la fina línea que divide el bien del mal.

En 2018, se afirmó que el CBD se encontraba en dosis altas sin rastros de THC en un híbrido del lúpulo llamado Humulus Kriya. La investigación fue publicada en el primer número de una revista creada ad hoc: el 'Journal of Medicinal Phyto Research'. Se afirmó que la planta era la primera fuente legal no narcótica de fitocannabinoides. El desarrollo de Humulus Kriya estuvo incluso protegido por una patente.

Finalmente, un análisis cuidadoso del trabajo científico que afirmaba que Humulus Kriya contiene altas cantidades de CBD demostró que había sido plagiando casi palabra por palabra de la literatura publicada sobre el CBD; y el investigador que afirmó haber descubierto Humulus Kriya resultó ser un estafador convicto muy conocido por la policía.

Fitocannabinoides distintos del cannabis

En la naturaleza existen otras plantas que producen fitocannabinoides, pero distintos al CBD. Ejemplos de ello son muchas especies de rododendro de la familia Ericaceae, como Rhododendron dauricum (originario del noreste de Asia), Rhododendron adamsii (que se encuentra en el este de Siberia y Mongolia), Rhododendron rubiginosum (originario del suroeste de China) y Rhododendron anthopogonoides (que se cultiva en el sur de China). Todas estas especies generan monoterpenoides activos que tienen una columna vertebral de cannabinoides. Los fitocannabinoides de rododendro suelen pertenecer al tipo CBC decorado con una cadena lateral de metilo.

También algunas plantas terrestres no vasculares, como las especies de hepáticas Radula marginata, Radula perrottetii y Radula laxirameae, nativas de Nueva Zelanda, producen cannabinoides activos con cadenas principales de bibencilo. Las raíces comestibles del regaliz (Glycyrrhiza foetida) y del índigo bastardo (Amorpha fruticosa) también contienen las llamadas amorfrutinas, compuestos bioactivos con una estructura cannabinoide que son agonistas de los receptores PPAR. Se trata de cannabimiméticos, sustancias químicas que actúan de forma muy parecida a los cannabinoides y se unen a los receptores del sistema endocannabinoide.

Conclusión

Puede ser maravilloso encontrar una planta que produzca CBD sin THC, porque así evitas todo el lío que rodea a las sustancias psicoactivas; pero puede no ser tan sencillo buscar la mejor manera de extraerlo y probar si podrían ser un sustituto eficaz de la marihuana medicinal. Además, también faltaría por ver si la producción de CBD a partir de estas plantas será la misma que la conseguida con las variedades de cannabis ricas en CBD, ya no en términos de porcentaje de CBD de la planta, sino en cuanto a producción total de CBD por año y hectárea de terreno cultivado. Es sin duda en próximo paso para determinar la viabilidad de estos candidatos. Pero hasta que eso no ocurra, la gran mayoría del CBD seguirá procediendo de nuestras queridas plantas de cannabis.

28/02/2024

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