- Nuestras experiencias personales nos ayudan a descubrir los efectos que producen los productos elaborados a base de marihuana y a constatar que su efecto varia de unas personas a otras.
- El efecto que produce la marihuana si se ingiere o si se fuma es bien diferente.
- En este post te explicamos cuales son esas diferencias para que puedas elegir el modo de administración más adecuado para ti.
Metabolización de los fitocannabinoides
Quienes lo hayan experimentado saben que la ingestión de un producto comestible elaborado con marihuana tiene un efecto más potente y duradero que la marihuana fumada. Esto se explica fisiológicamente porque al ingerir un producto comestible el THC se metaboliza a través del hígado y este lo transforma en 11-hydroxy-THC, un metabolito activo, muy eficaz para atravesar la barrera hematoencefálica, que produce un efecto más intenso.
El THC inhalado con el humo conlleva un proceso de metabolización diferente. En lugar de pasar primero por el estomago y luego por el hígado, el THC va directamente al cerebro. Por ello, los efectos de la marihuana son más inmediatos y duran menos tiempo cuando se fuma.
Debida prudencia
Cuando consumimos alimentos con marihuana es esencial ser prudente e ingerir el producto en dosis bajas. Los efectos se hacen notar entre 30 minutos y 2 horas después de la toma, y pueden durar varias horas.
Por ello, la intensidad de sus efectos varia en función de la dosis, y hay que tener paciencia entre cada toma (entre 45 minutos y 1 hora de media). Si no, corres el riesgo de vivir una experiencia desagradable, mientras que la ingestión de una cantidad moderada te proporcionará una experiencia y unas sensaciones agradables.
Los comestibles con marihuana producen efectos más intensos, aunque, en realidad, la concentración de cannabinoides es más baja en el torrente sanguíneo.
La ingestión de productos comestibles con cannabis limita la absorción de THC y de otros cannabinoides en el plasma sanguíneo, en una proporción de un 10 a un 20 %. En el caso de marihuana inhalada se absorbe entre un 50 y un 60 %.
Al fumar marihuana los efectos alcanzan su momento álgido a los 10 o 15 minutos, y suelen decaer en los siguientes 30 o 60 minutos, por lo que la metabolización es mucho más rápida.
La clave está en la dosis
Determinar la dosis correcta de THC de un comestible de marihuana de buena calidad es algo muy complicado. No es tarea fácil , ni siquiera para un experto, ya que existe cierta dificultad para establecer las recetas con precisión, y para conocer el contenido de cannabinoides exactos de los alimentos.
El principal problema es que a menudo el consumidor se impacienta si no siente ningún efecto y decide tomar una nueva dosis precipitadamente. De tal forma que, normalmente, los efectos se presentan con gran intensidad y la experiencia se convierte en desagradable e incomoda.
Es importante tener en cuenta que los efectos son engañosos. Para los fumadores habituales de marihuana el efecto se nota casi al instante, lo que demuestra que es cuestión de habituarse a consumir marihuana ingerida.
Por ejemplo, 10 mg de THC se consideran una dosis estándar que produce efectos bastante ligeros. Mientras que un producto comestible con 70-80 mg tendrá efectos muy potentes, y habrá que dividirlo en varias dosis y consumirlo repartido en varias tomas.
Una dosis alta no debería engendrar consecuencias letales para el consumidor, no obstante, es poco probable que alguien que ha pasado por una mala experiencia repita. El recuerdo de un mal viaje es una lección que no se olvida. La paciencia y un uso responsable son la clave para que disfrutes de un maravilloso viaje. ¡Equilibrio… siempre equilibrio!
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La ola paulatina de legalizaciones que se ha producido en EE. UU. en los últimos años se ha visto acompañada de un número considerable de percances e intoxicaciones por sobredosis tras la ingestión de algunos comestibles con marihuana disponibles en el mercado. Ello ha obligado a revisar y a modificar las dosis de principios activos (THC) de algunos comestibles.
No hay que bajar la guardia, y hay que ser prudente, incluso cuando se consume un comestible con marihuana con asiduidad, ya que su contenido en principios activos puede variar de un lote a otro.
En la actualidad se han reducido significativamente este tipo de situaciones gracias a la normativa vigente, establecida recientemente por las instituciones, en relación al contenido máximo de THC. Nunca está de más ser prudente en los mercados emergentes donde la falta de conocimientos o de experiencia puede ocasionar situaciones no deseadas.
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Son muchos los que quieren disfrutar de las virtudes que ofrece la planta de cannabis mediante el consumo de productos alimenticios con marihuana.
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La gran ventaja de esta modalidad de consumo es que existe una gran diversidad de productos; pasteles, galletas, bebidas, caramelos, así como una gran variedad de platos salados. Hay opciones para todos los gustos, y con un poco de experiencia se pueden preparar deliciosos manjares según los gustos de cada uno.
Lo más importe es actuar con cautela y preparar recetas de forma responsable con el objetivo de compartir experiencias agradables.
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