Cómo cultivar marihuana en condiciones extremas

  • Cultivar cannabis en entornos extremos, como por ejemplo, a gran altitud o en zonas áridas, puede representar un reto, pero también puede ser una oportunidad para ahondar en el fascinante arte del autocultivo.
  • Sin duda, se trata una actividad que requiere conocimientos y tenacidad, en este artículo te invitamos a explorar el potencial y las formas de adaptar tu cultivo de cannabis a condiciones desafiantes.

Lo primero que debes saber es que el cannabis es una planta con una alta capacidad de adaptación ya que, desde su zona geográfica original (que los expertos sitúan en la cordillera del Himalaya), se ha extendido por todo el globo, aclimatándose y cambiando su morfología y composición para sobrevivir en nuevos entornos.

Si vives en una región con condiciones ambientales que pueden resultar extremas para las plantas de marihuana, no te preocupes, no está todo perdido, a continuación te explicamos cómo superar estos obstáculos para llegar con éxito a la cosecha.

Cultivo de cannabis en montañas altas

La altitud puede presentar desafíos como temperaturas demasiado frías, una gran exposición al viento, así como cambios bruscos de temperatura. Aunque de entrada, esto no es lo ideal para el cultivo de cannabis, estas condiciones pueden manejarse para conseguir superar dichos obstáculos.

El primer paso para cultivar cannabis en montañas con altitud elevada es elegir cepas que sean autóctonas de zonas con este tipo de condiciones (cepas hindu-kush índica), o que contengan en su genética una clara dominancia de estas landrace.

Este tipo de genéticas de cannabis son más robustas, con entrenudos más cortos y ramas más fuertes, una estructura morfológica diseñada para resistir las embestidas de vientos fuertes y condiciones adversas.

Por otro lado, es importante que tus plantas de marihuana no se expongan a temperaturas demasiado bajas, ya que eso podría tener un impacto negativo en el desarrollo de la planta y afectar a su producción. Para contrarrestar la bajada de temperaturas nocturnas, puedes utilizar invernaderos temporales y, si fuera necesario, incluso echar mano de calentadores de propano.

Puede que si decides cultivar en la altitud de las montañas te encuentres con dificultades para conseguir agua o transportarla. Para solucinonar este problema puedes nutrir tu cultivo del agua de los glaciares que se derrite y fluye montaña abajo arrastrando consigo nutrientes y minerales a su paso y proporcionaran un beneficio nutritivo a tus plantas.

Para recolectar el agua en cultivos de altitud en la montaña, ya sea de glaciares, lluvias o nieve, deberás utilizar sistemas de captación y almacenamiento. Estos pueden ser superficies de captación como techos o lonas, que dirijan el agua hacia tanques de almacenamiento.

Con este tipo de sistemas no solo ahorrarás dinero sino que también suponen una forma de riego sostenible para el planeta. 

¿Qué ventajas tiene cultivar cannabis en montañas altas?

Algunos estudios han comprobado que el cultivo de cannabis en alta montaña provoca una mayor producción de terpenos, cannabinoides y flavonoides. Por ello, los cogollos de las plantas cultivadas en altitud podrían resultar de mayor calidad y tener un aroma y efecto más potente.

Además, cultivar marihuana a altitudes superiores a 1000 metros podría ser beneficioso para las plantas gracias a la mayor calidad del aire, que resulta más limpio y libre de contaminantes, algo que no solo afectaría al cultivo, sino que también puede significar un estilo de vida más saludable para el cultivador. Alejarnos del mundanal ruido de la ciudad y realizar actividades en plena naturaleza tiene beneficios tanto para nuestra salud física como mental.

Cultivo de cannabis en zonas áridas

Las regiones con climas áridos se caracterizan por una baja humedad y grandes variaciones de temperatura entre la tarde y la noche, esto último se debe, precisamente, a la falta de humedad de este tipo de zonas más bien desérticas.

La clave para cultivar cannabis con éxito en este caso reside en la gestión eficaz del calor, así como en prestar especial atención a la hidratación de tus plantas.

En las horas en las que el sol sea más potente y las temperaturas sobrepasen los 30 grados, es conveniente proporcionarle una sombra parcial a tu cultivo y garantizar una buena hidratación general de las plantas (previa), para que no padezcan de estrés hídrico.

Será muy importante reducir la evaporación del agua del sustrato, para ello, puedes usar la llamada técnica del mulching, que se trata de cubrir el suelo con materiales como la paja o la corteza, que mantienen la humedad y aíslan las raíces del calor excesivo.

Otra herramienta que puede resultar muy útil para mantener la hidratación de tus plantas en climas áridos son los polímeros súper-absorbentes o hidrogeles, ya que son capaces de retener grandes cantidades de agua y nutrientes, liberándolos de forma lenta en el sustrato. Esta tecnología ayuda a mantener la humedad en el suelo y resulta especialmente útil para cultivar en climas muy calurosos y secos.

En regiones áridas, los vientos cálidos y secos son habituales, en especial porque no existe tanta vegetación como en otros climas, por lo que no hay apenas barreras naturales que los frenen.

Las embestidas del viento caliente podrían crear quemaduras en tus plantas de cannabis y, en caso de que sean muy fuertes también la rotura de algunas ramas. Construir un cortavientos alrededor del cultivo o cerca de las partes más vulnerables puede ser una buena solución.

Otro factor muy importante será seleccionar cepas resistentes a la sequía y que se adapten a este tipo de clima.

Cultivo de cannabis en climas polares

Aunque parezca inverosímil para algunos, cultivar en exterior en países como Rusia es posible, siempre y cuando se haga en verano. El desafío en estas regiones son sus largos periodos de oscuridad, las temperaturas bajas, y los veranos cortos.

Una de las claves para conseguir llegar hasta la maduración de las flores de cannabis sin que el frío se interponga es elegir variedades rápidas. Las cepas autoflorecientes, en este caso, son una opción excelente y, de hecho, este tipo de genéticas se crearon a partir de la Cannabis Sativa Ruderalis, una subespecie de marihuana que se adaptó al clima siberiano y desarrolló la capacidad de no depender del fotoperiodo para florecer.

Si prefieres cultivar semillas feminizadas fotodependientes, puedes utilizar la técnica llamada light deprivation que se trata de reducir las horas de luz forzosamente utilizando una cobertura de lona sobre una estructura de hierros de inverandero.

De esta forma, puedes adelantar la floración de las plantas, sometiéndolas a un periodo de luz de 12/12, aunque en realidad no haya llegado ese momento. Esta técnica es utilizada por algunos cultivadores americanos que buscan anticipar sus cosechas al final de la temporada de exterior, cuando el mercado y los dispensarios se inundan de flores. De este modo, tienen su producto listo antes, a finales de agosto, en un momento en que hay menos oferta en el mercado.

El cultivo de cannabis en condiciones extremas puede requerir un mayor esfuerzo por tu parte para lograr que tus plantas lleguen a buen término. Sin embargo, con los conocimientos adecuados y las cepas correctas, es posible que se convierta en una actividad realmente gratificante. No hay mejor sensación que la recompensa de llegar a la meta cuando se han sorteado varios obstáculos en el camino.

31/01/2024

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