¿Por qué el cannabis puede acelerar tu corazón? La ciencia habla

Puede que alguna vez hayas experimentado lo que se conoce como "taquicardia inducida por el cannabis"; esta reacción es uno de los efectos fisiológicos más consistentes del THC (tetrahidrocannabinol). Pero…¿Qué ocurre exactamente en nuestro cuerpo para que esto suceda? ¿Es simplemente una respuesta a la ansiedad o hay mecanismos biológicos complejos en juego? Prepárate para emprender un viaje al interior de tu sistema cardiovascular para entender, de una vez por todas, la ciencia detrás de esos latidos acelerados.

¿Por qué cuando consumo marihuana se me acelera el corazón?

Si alguna vez te has preguntado si esa sensación es producto de tu percepción, déjanos decirte que no: es real y una reacción física del cuerpo al consumo del THC.

Diversos estudios clínicos han demostrado que, tras consumir cannabis (especialmente mediante inhalación), el ritmo cardíaco puede aumentar entre un 20 % y hasta un 100 %, y este efecto puede durar entre dos y tres horas. En otras palabras: si tu frecuencia cardíaca en reposo suele estar en 70 latidos por minuto, después de consumir marihuana podría elevarse fácilmente a 100 o más.

Además, puede que notes más este efecto si consumes de forma esporádica o tienes una baja tolerancia a los efectos del THC.

Corazón y cannabis: la ciencia detrás de los latidos acelerados

Para explicar los procesos fisiológicos detrás de este fenómeno, hay que entender que nuestro cuerpo cuenta con una especie de sistema de "piloto automático" increíblemente eficiente: el Sistema Nervioso Autónomo (SNA).

Este sistema regula todas aquellas funciones de nuestro organismo que no "pensamos conscientemente", como la respiración, la digestión y, por supuesto, el ritmo cardíaco. El SNA se divide en dos ramas principales con funciones opuestas:

• El sistema simpático: nuestro pedal del acelerador. Se activa en situaciones de estrés, liberando determinadas hormonas para aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Básicamente prepara nuestro cuerpo para defenderse de un peligro, la conocida reacción de "lucha o huída".
• El sistema parasimpático: es el freno. Toma el mando en aquellos momentos en los que nos encontramos en calma: descanso, digestión, etc; ralentizando el corazón y promoviendo la relajación.

Cuando el THC entra en nuestro torrente sanguíneo, actúa como un disruptor temporal de este equilibrio, estimulando el sistema nervioso simpático. Esto provoca que las terminaciones nerviosas simpáticas liberen más norepinefrina, una señal que le dice a tu corazón: "¡Es hora de acelerar!". Este es el primer mecanismo clave y el más directo.

Vasodilatación y taquicardia refleja

Pero la historia no acaba ahí, ya que el efecto más significativo del THC sobre el sistema cardiovascular ocurre a través la vasodilatación, mediado por los receptores del sistema endocanabinoide CB1. Estos receptores, que se encuentran repartidos en nuestro organismo, abundan especialmente en ciertas áreas del cerebro y en las células que recubren nuestros vasos sanguíneos.

El THC tiene una gran afinidad con estos receptores y, al unirse a ellos, envía una señal para que los músculos lisos de las paredes de las arterias y capilares se relajen. ¿El resultado? Los vasos sanguíneos se ensanchan. Este ensanchamiento es, de hecho, la causa de otro efecto muy conocido del cannabis: los ojos rojos.

Al parecer, el conocido efecto que muchos intentan disimular, no son más que los capilares de la esclerótica (la parte blanca del ojo) dilatándose y permitiendo que fluya más sangre. Esta vasodilatación generalizada tiene una consecuencia importante: provoca una caída temporal de la presión arterial.

El organismo detecta esta bajada, y el cerebro interpreta que, si la presión en las arterias ha disminuido, hay que aumentar el ritmo de la "bomba" para garantizar que la sangre y el oxígeno sigan llegando a todos los rincones, especialmente al propio cerebro.

Esta respuesta compensatoria es lo que los médicos llaman taquicardia refleja: el corazón se acelera para contrarrestar la caída de la presión arterial causada por la vasodilatación inducida por el THC.

Este es el mecanismo principal detrás del aumento de la frecuencia cardíaca inducida por el consumo de cannabis.

Cada cuerpo es un mundo

La intensidad de esta reacción cardíaca no es universal y depende de varios factores:

• Dosis: cuanto mayor sea la cantidad de THC consumida, más pronunciado será el el aumento del ritmo cardíaco.
• Método de consumo: fumar o vaporizar introduce el THC en la sangre casi instantáneamente, provocando un pico rápido y una taquicardia casi inmediata. Los comestibles, en cambio, tienen un inicio más lento, pero el efecto sobre el ritmo cardíaco puede ser más intenso y duradero una vez que el THC es metabolizado por el hígado.
• El rol del CBD: a diferencia del THC, el cannabidiol (CBD) no provoca taquicardia, de hecho, algunos estudios preliminares sugieren que este cannabinoide podría mitigar algunos de los efectos cardiovasculares inducidos por el THC. Por ello, las variedades con ratios equilibrados de THC:CBD pueden producir una experiencia más suave a nivel cardíaco.
• La fisiología de cada organismo: factores como el nivel de tolerancia (los usuarios crónicos a menudo experimentan un efecto menor), el estado de salud cardiovascular y la predisposición a la ansiedad juegan un papel fundamental.

¿Cuándo debería preocuparme? Consumo responsable y reducción de riesgos

Para la gran mayoría de usuarios de cannabis, que gozan de buena salud cardiovascular, este aumento temporal del ritmo cardíaco no representa un peligro significativo. El cuerpo está perfectamente equipado para manejar estas fluctuaciones. Sin embargo, es crucial ser responsable y reconocer que, para las personas con condiciones cardíacas preexistentes, el cannabis con alto contenido de THC sí puede suponer un riesgo.

El aumento del trabajo cardíaco y del consumo de oxígeno del miocardio podría, teóricamente, suponer un cierto riesgo en individuos vulnerables. Si tienes hipertensión, arritmias, has sufrido un infarto o padeces cualquier otra enfermedad cardiovascular, es muy importante que consultes con tu médico antes de consumir cannabis.

Además, la propia sensación física de un corazón acelerado puede desencadenar ansiedad o pánico, creando un bucle de retroalimentación donde la ansiedad acelera aún más el corazón, y viceversa.

Si experimentas una taquicardia incómoda, recuerda estos consejos:

• Mantén la calma: recuerda que es un efecto fisiológico normal y temporal del THC.
• Respira profundamente: la respiración diafragmática lenta puede ayudar a activar tu sistema parasimpático y contrarrestar la respuesta simpática.
• Hidrátate: bebe agua e intenta relajarte.
• Considera el CBD: tener a mano aceite de CBD puede ayudarte a modular la intensidad de la experiencia.

Ahora que conoces el origen de las famosas taquicardias inducidas por el consumo de marihuana, la próxima vez que sientas que tu corazón se acelera tras consumir, sabrás que no está "todo en tu cabeza"; se trata de una respuesta fisiológica predecible, orquestada por el THC a través de la activación del sistema simpático y, sobre todo, como una respuesta refleja a la vasodilatación que provoca.

Contar con información basada en la ciencia nos ayuda a entender mejor nuestro organismo y reducir los riesgos asociados al consumo de marihuana, en esencia, nos convierte en usuarios más informados y responsables. Solo así, se pueden hacer elecciones conscientes a la hora de escoger las variedades que vamos a cultivar, ajustar las dosis y, en última instancia, disfrutar de la experiencia cannábica con mayor seguridad y tranquilidad.