Cómo usar la dolomita como fertilizante ecológico en el cultivo de marihuana

  • La dolomita es una buena fuente de calcio y magnesio para el cannabis, cuando hay deficiencias de estos nutrientes, y puede mezclarse con el sustrato para liberarse lentamente en el transcurso de meses, sin problemas de sobrefertilización.
  • La dolomita también tiene un pH neutro de aproximadamente 7,0 y ayudará a amortiguar el pH del sustrato para que sea más fácil mantener el rango óptimo para el crecimiento del cannabis, especialmente en suelos ácidos.
  • Gracias a estas propiedades, el uso de dolomita en el cultivo de marihuana cada vez está más extendido. Te explicamos en detalle sus ventajas.

La dolomita (a veces también llamada cal dolomítica o caliza dolomítica) es un mineral procedente de rocas sedimentarias calizas que se puede encontrar en capas de varios cientos de metros, siendo uno de los minerales más abundantes ya que su presencia representa un 2% de la corteza terrestre. Denominada de esa forma en honor al geólogo Déodat Gratet de Dolomieu que la descubrió en torno a 1788-1789, se trata de un mineral compuesto de carbonato cálcico y magnésico [(CaMg(CO3)2)] y su color presenta diferentes tonalidades, predominando el incoloro o blanco grisáceo.

Sus usos en construcción son múltiples: se tritura y agrega al asfalto para hacer carreteras; también se calcina y pulveriza para producir cemento; se corta para hacer bloques de piedra ornamental y también se usa como ingrediente para fabricar vidrio, ladrillos, cerámica….

Pero actualmente la dolomita ha encontrado un nuevo nicho de mercado en el campo de la agricultura al margen de la piedra natural, como fuente de fertilización orgánica ya que proporciona nutrientes de absorción lenta para las plantas, sobre todo calcio (en un 20-30%) y magnesio (en un 10-20%, por tanto la relación entre ambos nutrientes es de 2:1), y ayuda a cambiar el pH del suelo al elevarlo para satisfacer las necesidades nutricionales de las plantas.

Beneficios de la dolomita en el cultivo de cannabis

En el cultivo de cannabis la dolomita actúa como un corrector indispensable al modificar el pH del suelo logrando regular su acidez, estableciendo un medio más propicio para el desarrollo de un cultivo y la actividad de la vida microbiana responsable de la humificación, es decir, la producción de ácidos húmicos, el resultado final de años de descomposición de la materia orgánica vegetal que los microorganismos continuamente transforman en sus formas de humus.

El uso de dolomita se fundamenta en la estabilización del rango de pH en un entorno de 6,5 a 7,0, que es cuando el proceso de fijación simbiótica del nitrógeno alcanza su máxima eficiencia. Además en este rango el fósforo (P), calcio (Ca), magnesio (Mg) y molibdeno (Mo) presentan su máxima disponibilidad. Gracias a ello se acelera la descomposición de materia orgánica y la liberación de nutrientes, mejorando la estructura física del suelo.

Otros beneficios a destacar son la mejora de la cosecha debido al aumento de la síntesis de azúcares, la intensificación del crecimiento y la coloración verde, una mayor resistencia frente a sequías, heladas, insectos, plagas o afecciones por hongos y una mejora del suministro de micronutrientes esenciales a las plantas. Así mismo permite un incremento del rendimiento fotosintético de hasta 50% en condiciones óptimas, ya que tanto el calcio como el magnesio se usan para ayudar a la planta a absorber la luz y desarrollar flores.

¿Cómo añadir dolomita a un cultivo de marihuana?

La dolomita para el cultivo de cannabis habitualmente se presenta como un producto en polvo para mezclar con el sustrato en la preparación inicial, antes de comenzar el cultivo. También existe dolomita más gruesa que puede tardar un año o más antes de que esté disponible para su absorción por las raíces. También podemos aplicarla en el agua de riego con dosis muy bajas.

Generalmente se necesita 1 gramo de dolomita por litro de sustrato (aproximadamente 1 cucharada de cal de dolomita por cada 5 litros de tierra) para ayudar a regular el pH del suelo subiéndolo en un punto. La dolomita tiene un pH neutro de aproximadamente 7,0 y nunca puede elevar el pH más allá de 7,0. Por tanto estabiliza el pH de forma segura y ayudará a mantener el suelo en el rango de pH neutro correcto que es óptimo para el crecimiento del cannabis.

Comienza con una prueba de pH del sustrato, que puedes comprar en centros de jardinería, para determinar el pH existente. A la mayoría de las plantas de cannabis les va mejor con un pH de 6,0 a 7,0. Si tu sustrato registra un pH de 5,9 o menos, la cal dolomítica puede ayudar a elevar el pH para hacer que el suelo sea más adecuado para las plantas.

Mezcla la cal de dolomita y la tierra seca a fondo, luego riégala ligeramente con agua que haya sido equilibrada a pH 6,5. Después de humedecer el suelo, mezcla bien el sustrato y espera un día o dos para dejar que se asiente, antes de verificar otra vez el pH y agregar las plantas. Mezclada incorrectamente, la dolomita se estratificará, formando una torta o capa que quema las raíces y repele el agua.

Añadir dolomita al medio de cultivo es una técnica muy popular entre los cultivadores de interior y exterior en climas lluviosos con suelo ácido. La dolomita no previene la acumulación de sales tóxicas causadas por el exceso de agua y fertilizantes, pero agregada antes de plantar ayuda a prevenir muchos problemas de pudrición, generalmente causados ​​por la carencia de dos nutrientes tan importantes para el cannabis como son el calcio y el magnesio.

21/07/2020

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